jueves, 4 de diciembre de 2014

Seguridad Informática (Repaso)




Los principales objetivos de la Seguridad Informática son:

- Detectar los posibles problemas y amenazas a la seguridad, minimizando y gestionando los riesgos.
- Garantizar la adecuada utilización de los recursos y de las aplicaciones de los sistemas.
- Limitar las pérdidas y conseguir la adecuada recuperación del sistema en caso de un incidente de seguridad.
- Cumplir con el marco legal y con los requisitos impuestos a nivel organizativo.

Podemos entender como seguridad una característica de cualquier sistema que nos indica que ese sistema está libre de todo peligro, daño o riesgo, y que es, en cierta manera, infalible. Como esta característica, particularizando para el caso de sistemas informáticas, sistemas operativos o redes de computadores, es muy difícil de conseguir (según la mayoría de expertos, imposible) se suaviza la definición de seguridad y se pasa a hablar de fiabilidad, probabilidad de que un sistema se comporte tal y como se espera de él. Por tanto se habla de tener sistemas fiables en lugar de sistemas seguros.

A grandes rasgos se entiende que mantener un sistema seguro (o fiable) consiste básicamente en garantizar tres aspectos:

Confidencialidad: cualidad de un mensaje, comunicación o datos, para que sólo se entienda de manera comprensible o sean leídos, por la persona o sistema que esté autorizado. Comprende por tanto la privacidad o la protección de dicho mensaje y datos que contiene.

Integridad: cualidad de mensaje, comunicación o datos, que permite comprobar que no se ha producido manipulación alguna en el original, es decir, que no ha sido alterado.

Disponibilidad: capacidad de un servicio, de unos datos o de un sistema, a ser accesible y utilizable por los usuarios (o procesos) autorizados cuando estos lo requieran. Se supone que la información pueda ser recuperada en el momento que se necesite, evitando su pérdida o bloqueo.

Generalmente tienen que existir los tres aspectos descritos para que haya seguridad, aunque a sus responsables les interesará dar prioridad a un cierto aspecto dependiendo de su entorno de trabajo. Junto a estos tres conceptos fundamentales se suelen estudiar conjuntamente la autentificación y el no repudio.

Autentificación: verificar que un documento ha sido elaborado (o pertenece) a quien el documento dice.

No repudio o irrenunciabilidad: estrechamente relacionado con lo anterior y permite probar la participación de las partes en una comunicación. Hay dos posibilidades:

          - No repudio en origen: el emisor no puede negar el envio. La prueba la crea el propio emisor y la recibe el destinatario.

          - No repudio en destino: el receptor no puede negar que recibió el mensaje porque el emisor tiene pruebas de la recepción. En este caso la prueba irrefutable la crea el receptor y la recibe el emisor.

En resumen, si la autenticidad prueba quién es el autor o propietario de un documento y cuál es su destinatario, el no repudio prueba que el autor envió la modificación y que el destinatario la recibió.

Al grupo de estas características y objetivos se les conoce por las siglas de CIDAN por las iniciales de los mismos.
   


















Estos círculos concéntricos representan la relación entre los diferentes servicios de seguridad y como dependen unos de otros jerárquicamente. De esta forma, la disponibilidad se convierte en el primer requisito de seguridad, cuando existe esta, se puede disponer de confidencialidad, que es imprescindible para conseguir integridad, imprescindible para poder obtener autentifcación y, por último, el no repudio, que solamente se obtiene si se produce una previa autentificación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario